Técnica utilizada en pintura para suavizar los tonos de los colores o para darles efectos de volumen o brillos. Consiste en aplicar sobre un fondo ya pintado una capa fina de pintura muy diluida
para difuminar la del fondo creando otra variedad de efectos que variará según los colores que combinemos. El procedimiento consiste en frotar con la esponja haciendo círculos y trazados en
diferentes sentidos.